lunes, 13 de abril de 2009

CANDIDIASIS UNGUEAL



Introducción
Cuando hablamos de infecciones fúngicas, clasificamos estas teniendo en cuenta la afectación en profundidad de los tejidos del cuerpo. Pues así, tenemos varios tipos de micosis:

1. Micosis cutáneas.
2. Micosis sub-cutáneas.
3. Micosis sistémicas.

Las micosis más habituales que se tratan en una consulta podológica suelen ser micosis del tipo 1,es decir cutáneas. La afectación de estas no va más allá de los tejidos superficiales, dermis y epidermis y de los anejos cutáneos como las uñas. Las infecciones micóticas cutáneas suelen ser del tipo: Dermatofitosis, Pitiriasis Versicolor, Tiña Negra y Candidiasis. Los microorganismos que con mayor incidencia afectan al ser humano, en el caso de las Dermatofitosis, suelen ser el Trichophyton rubrun y el Trichophyton mentagrophites, además del Epidermophyton floccosun, el Microsporum canis y M. Gypseum.

En el caso de las Levaduras, tiene una mayor incidencia en el ser humano la Candida albicans y Candida parapsilopsis. Normalmente la Candida se encuentran conviviendo en nuestro organismo de forma simbionte, en un comensalismo con balance a favor de nuestro cuerpo, no produciéndose contaminación por estas, si no es por disbalance del equilibrio a favor de la Candida. Como causa de este desequilibrio podemos encontrarnos con:

– Factores fisiológicos: edad(niños) y embarazo.
– Factores climáticos: calor y humedad.
– Factores endocrinos: diabetes.
– Factores metabólicos: obesidad, desnutrición, carencias alimenticias.
– Factores inmunitarios.
–Ciertos tipos de medicación: antibióticos, quimioterápicos inmunosupresores, corticoesteroides.
– Dolencias crónicas: alcoholismo.
– Dolencias hepáticas: anemia, hepatitis...
– Dolencias malignas: tumores, linfomas, leucemia.
– Traumatismos tisulares: cualquier pérdida de continuidad en la piel puede ser la vía de entrada,
de microorganismos de la flora saprofita, al interior de los tejidos.

Las Candidiasis son micosis oportunistas y se presentan en mayor grado en casos de pacientes inmunodeprimidos o con una afectación sistémica o enfermedad metabólica (diabetes, obesidad mórbida).

Diagnóstico diferencial

Las Candidiasis ungueales se dan en menor medida que las Tiñas ungueales o dermatomicosis ungueales. La afectación por Candida de la uña es diferente de la tiña, sobretodo por la clínica, además es fundamental la realización de pruebas complementarias como cultivos específicos en laboratorio.

En el caso de las Candidiasis ungueales, se produce una afectación en forma de perioniquia del borde proximal de la uña y de los bordes periungueales a ambos lados de la uña, de coloración roja brillante, dura y dolorosa. La placa ungueal se encuentra amarillenta, hipertrófica y parcialmente despegada del lecho ungueal. Dependiendo de la afectación de la placa ungueal evaluaremos la gravedad de la infección. En la Candidiasis ungueal podemos encontrar una sobre-infección bacteriana en forma de perioniquia proximal, producida habitualmente por S. Aureus.

Debemos hacer el diagnóstico diferencial, además con:

– Onicomicosis por dermatofitos, tiñas ungueales.
– Otro tipo de onicomicosis, como es el caso de la Aspergilosis (micosis profunda, sistémica), que provoca una afectación ungueal de apariencia verduzca.
– Panadizo.
– Distrofias ungueales.

Terapéutica

La terapéutica, difiere en el tratamiento de una afección por Candida, a una afección por dermatofitos. Siendo estas últimas menos insidiosas. Se puede optar por:
– un tratamiento sistémico.
– por un tratamiento tópico.
– o por un tratamiento mixto: tópico+sistémico.

En el caso del tratamiento sistémico, se puede recurrir a antimicóticos de primera elección como los azoles del tipo Itraconazol (V.O.) y Terbinafina (V.O.).
En el tratamiento tópico, recurrimos a la Amorolfina en forma de esmalte. Ha demostrado su eficacia en las tiñas ungueales y en casos de Candidiasis ungueales.
Tenemos en el tratamiento combinado, un tratamiento seguro y muy efectivo contra las micosis ungueales, bien sean tiñas o Candida. Los resultado están avalados por estudios en los que se ha que el tratamiento combinado de Amorolfina 5% + Itraconazol 200mg/día. durante 12 semanas, demuestran una eficacia superior al tratamiento aislado monoterápico, bien con Itraconazol o con Amorolfina.

También el uso de otras terapias con antimicóticos como la Terbinafina 200mg/día.+ Amorolfina 5%, durante 12 semanas, dio mejores resultados que la monoterapia con Terbinafina de forma aislada.


http://www.nexusediciones.com/pdf/peu2003_4/pe-23-4-005.pdf




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